¿Cómo evitamos, disminuimos o prevenimos los malos comportamientos?
- Admin
- 13 dic 2016
- 3 Min. de lectura
Para ello, es importante trabajar el sentido de pertenencia y significancia. Es decir, trabajar en reforzar el vínculo entre padres e hijos a través de 4 pilares fundamentales, donde el niño se siente querido, valorado e importante para su familia.
Estos 4 pilares son:
– El Reconocimiento: hacer sentir al niño valioso, que tiene un lugar en la familia y que es único y especial. El reconocimiento se logra a través del contacto estrecho con el niño, con la aprobación a sus actos, con miradas, con caricias, con palabras, con exclamaciones afirmativas tales como: “valoro mucho lo que hiciste, muchas gracias!”.
– El Poder: todos necesitamos sentir que tenemos la libertad de poder elegir y tomar decisiones que tienen que ver con nosotros mismos. De la misma manera, los niños necesitan sentir que pueden decidir o elegir. Si nos privan de la libertad de poder decidir qué queremos y qué nos conviene, las personas tendemos a revelarnos y esto es exactamente lo que sucede con los niños cuando insistimos en resolver absolutamente todo por ellos sin considerarlos. El sentido de poder se construye a través de dejar a nuestros hijos elegir entre opciones limitadas y acordes a su edad, preguntándoles su opinión (aunque la última palabra la tengamos sus padres y sobre todo si tiene que ver con su seguridad o bienestar), llegando a acuerdos, involucrándolos y dejándolos que puedan experimentar las consecuencias de lo que decidieron.
- La Justicia: darles un sentido de Justicia, es darles el mensaje de que existe equidad e igualdad en sus vidas, siempre hablando de la educación y la crianza en la familia. Si trabajás este sentido dejando de lado comparaciones entre hermanos, con otros niños, tratando por igual a las personas que te rodean y alejándote de tomar partido por un hijo u otro (incluyendo las peleas entre hermanos), tus hijos aprenderán el sentido de la justicia de forma natural, porque será lo que viven a diario en sus hogares donde lo que se busca son soluciones equitativas en lugar de buscar culpables.
– Las Habilidades: vistas como la capacidad para resolver una situación. Un niño necesita saber y darse cuenta que es hábil resolviendo cosas, porque eso hará que su confianza y autoestima estén en un nivel sano. Cuando logramos cosas por nosotros mismos nos invade un sentimiento de satisfacción y alegría tal, que nos hace bien al alma y nos invita a probar nuevos desafíos. No olvidemos que logramos potencializar las habilidades a través de la enseñanza previa y reforzándolas con el entrenamiento y guía posterior.
Es importante que los niños repitan varias veces los procesos para poder asimilarlos.
Otra forma para estimularlos en adquirir habilidades es dando confianza y el espacio para que ellos se enfrenten a la resolución de problemas, SIN nuestra intervención, pero sí CON nuestro apoyo.
Si un niño/a crece en una familia donde estos 4 pilares están de forma constante en su vida, ese será un niño/a propenso al buen comportamiento dado que no tendrá necesidad (en términos generales) de caer en otro tipo de comportamientos o conductas demandantes para llamar la atención.
Recordemos que nosotros, los padres, también somos muy importantes y que, si NO nos damos un espacio personal para alimentar nuestro bienestar, se nos hará un trabajo muy agotador y casi imposible en poder llevar adelante una crianza respetuosa, así que pensemos qué cosas nos hacen felices y tratemos de propiciarlas en nuestra vida!
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