Cuando VOS CAMBIÁS, TODO CAMBIA.

Muchas veces escucho a padres decir:“"Mi hijo no me hace caso”, “mi hijo se porta mal”, o “mi hijo hace tal o cual cosa”, sintiéndose desbordados por la situación que están viviendo...

Si tan sólo descubrieran que esa situación puede cambiar con cambiar su percepción y pensamientos acerca de la misma, comenzarían a disfrutar y a sentirse más felices rápidamente...

Los niños son espejos de nuestro ego, nos ponen en evidencia de aquello que más negamos o detestamos de nosotros mismos.

Algunas de sus conductas son absolutamente normales, pero nosotros las vivimos como algo horrible porque tenemos algo en nuestro interior que nos duele, nos asusta, y su conducta nos pone en evidencia y tan sólo logramos reaccionar automáticamente.

Otras conductas o hábitos son consecuencia de nuestras propias conductas y maneras de actuar, pero no nos damos cuenta.

Cuando descubrís los modos inconscientes de actuar que generan comportamientos en los demás, heridas que necesitan ser sanadas, defectos más negados para poderlos aceptar y apreciar tal y cómo son, nuestras fortalezas y habilidades para potenciarlas, recuperas tu poder personal y la responsabilidad de tu vida.

Te das cuenta que no sos una víctima de la situación condenada a vivir infeliz para siempre y que vos tenés el poder de cambiar las cosas, porque no depende de nadie más que de vos misma.

Cuando VOS CAMBIÁS, TODO CAMBIA.