Siempre hay más alternativas...
- Admin
- 3 ene 2017
- 3 Min. de lectura
...para quienes tienen ganas de buscar maneras diferentes de educar...
Te pusiste a pensar, porqué usás el castigo?,
Seguro me responderás porque es lo que aprendiste y te sale de manera totalmente automática...O porque verdaderamente estás convencid@ que el castigo hace que el niño recapacite, tome registro de lo mal que se portó...o porque es la amnera que conseguiste que tu hij@ haga caso...
Pero...¿te diste cuenta que el castigo, sólo alivia o resuelve la conducta del momento?
Si el error no es visto como una oportunidad de crecimiento o de aprendizaje, no tiene sentido...
Te sugiero entonces algunas alternativas para que tengas a mano, con resultados efectivos y a largo plazo...
- Primero y principal: “Tratá a tus hij@s, como te gustaría ser tratado"
- Validá los sentimientos de tus hij@s, "hacer conexión antes de corrección" (ver mis publicaciones que hablan de este tema) para que ellos sepan que los entendés y que te importan, y que nunca serán rechazados por tener algún sentimiento en particular. - El tiempo de enfriamiento es FUNDAMENTAL, en especial para los adultos. Debemos aprender a tener AUTOCONTROL, para enfrentar con certeza nuestras emociones. - Entre más ALTA sea la voz de nuestro hijo, más BAJA debe ser la nuestra. - El niño que se comporta mal es el que más necesita oír que se lo quiere. ¡claro que requiere de mucho autocontrol!, Abracemos, empaticemos y luego corrijamos.. De esta manera le daremos la oportunidad a que su cerebro inferior se calme para darle espacio a su cerebro superior y pueda razonar. Los niños no pueden hacerlo en pleno estado de enojo y frustración. - Cuando se plantea una lucha de poder y el adulto GANA, el niño PIERDE, pero eso no los hará mejorar, simplemente los desanimará. No se trata de GANARLES a los niños, sino de GANARSE a los niños. - Hacerles preguntas del tipo "qué" y "cómo". Por ejemplo. ¿Qué pasó?, ¿Cómo te sentís con lo que pasó?, ¿Qué aprendiste con esto?, ¿Cómo podés utilizarlo para la próxima vez? - Involucremos a los niños en la solución de conflictos. Los ayudará a sentirse parte! El sentido de pertenencia tan necesitado por todos! - Propongamos rutinas con los niños. Si preparamos con el niño los pasos de cualquier actividad (por ejemplo, la hora de acostarse o cualquier momento que cause una batalla) el niño tendrá más voluntad de llevarlo a la práctica sin problemas ya que ha participado en su elaboración. (Ver ejemplos de rutinas en mis publicaciones). - Ofrecerles opciones limitadas, porque cuando proponemos opciones damos al niño la libertad de elegir, lo que lo motivará a actuar. Por ejemplo: ¿Querés bañarte antes o después de cenar?) - Distraerlos y/o reorientarlos: En vez de prohibirles hacer algo es preferible decirles u orientarles sobre lo que SI pueden hacer. - Abrazarlos. Esto puede por sí solo cambiar la actitud tanto del padre como del hijo. - Dedicarles tiempo. Dedicar todos los días unos minutos extra hace que los niños se sientan aceptados e importantes. Ese encuentro debe ser fijo (poner un horario y cumplirlo). - ¡Respirá bien hondo. Cuando estamos estresados, necesitamos más oxígeno y tendemos a hacer respiraciones cortas. Respiremos bien hondo unas cuantas veces hasta calmarnos y pensar más claramente (antes de actuar y arrepentirnos) - Y hablá menos y actuá más. Que nuestros actos hablen por nuestras palabras.
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