A la hora de poner un límite...¿cómo lo hacés?...
...¿en negativo o en pregunta?
1) en negativo (no hables, no grites, no te sientes, no te pares, no comas así, no corras, no veas la tele, no hables fuerte, no abras la boca...)
2) en pregunta, "¿estás lista para irte a bañar?", "¿vas a llegar a casa a las 10?"..
Si lo hacemos en negativo, estamos dando una instrucción que requiere de un proceso doble, porque el niño tendría que descomponer la orden, para saber qué debe hacer....es muy confuso! (y más aún cuando están con el pensamiento concreto!)
Y si lo hacemos "en pregunta" les estamos dando lugar para que digan que "NO"...y es una invitación divina para comenzar las famosas luchas de poder!
Y la verdad es que hay decisiones que sí o sí tenemos que tomar nosotros, como adultos, porque ellos no están preparados para hacerlo...
Y más aún cuando se trata de límites que protegen la salud emocional, física y la seguridad de nuestros hijos.
Entonces, lo ideal es que las instrucciones las demos en POSITIVO y que sean CLARAS, CONCISAS Y CONCRETAS"
Ejemplo: "cerrá la boca mientras estás masticando" en vez de "no comas así!"
"cuando el bebé duerme caminemos en puntitas de pie y hablemos en voz bajta", en vez de "dejá de gritar!"
Fijate que en ambas estamos diciendo directamente qué comportamiento esperamos de ellos...siendo claros, concisos y concretos...y en POSITIVO.
Ahora lo que también es cierto es que si ENTRENAMOS a nuestros hijos, menos probabilidades habrá de que tengamos que poner límites en forma permanente.
Con esto quiero decir que es bien importante ENTRENAR, enseñar, preparar a nuestros hijos en diferentes áreas, para que aprendan diferentes habilidades, de manera tal, que adquieran más confianza y seguridad, y ASÍ, puedan desenvolverse en la vida sin necesidad de que estemos controlando todo el tiempo sus comportamientos.
Porque si hay un único comportamiento que podés controlar...
...ese es el TUYO...
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